Este año, fue diferente que los otros, me fui con Roberto a un pequeño viaje. Empezamos por San Luis Potosí, llegamos a la media mañana caminamos, nos tomamos una michelada (deliciosa) jamás había probado una tan rica y de ahí seguimos viaje a Matehuala, un pueblito muy bonito y tranquilo ahí llegamos en la noche caminamos cenamos y buscamos una habitación barata para dormir, en la mañana, muy muy temprano salimos a Real de Catorce un lugar bellísimo con una magia mucha tranquilidad de sus pobladores, con bastante turismo, desayunamos esa mañana caminamos por su pequeño pueblo con calles adoquinadas y de subidas y calles muy pequeñas y decidimos hacer un tours en jeep por el desierto la persona que nos llevaba se llama Salvador, que nos ofreció rentarnos un cuarto en Estación Catorce donde esta el desierto y el Peyote Salvador andaba con su hija de unos 8 años aproximadamente y su esposa muy joven(ellos son de Estación Catorce) nos hicieron conocer el desierto y después nos instalaron en la habitación en un terreno que tienen ellos pero no viven ahí algo muy sencillo pero hermoso con un lindo jardín donde podías observar el cielo las estrellas, nos quedamos ahí caminamos por el pueblo y ahí recibimos nuestro año nuevo, probamos el peyote(era algo que esperaba hace muchos años) fue algo maravilloso empezar el año en ese lugar tan mágico. La pasamos de maravilla, creo que es un lugar para conocer, la gente vive con una tranquilidad que los de la ciudad hemos perdido ya hemos olvidado vivir así....
Este año, fue diferente que los otros, me fui con Roberto a un pequeño viaje. Empezamos por San Luis Potosí, llegamos a la media mañana caminamos, nos tomamos una michelada (deliciosa) jamás había probado una tan rica y de ahí seguimos viaje a Matehuala, un pueblito muy bonito y tranquilo ahí llegamos en la noche caminamos cenamos y buscamos una habitación barata para dormir, en la mañana, muy muy temprano salimos a Real de Catorce un lugar bellísimo con una magia mucha tranquilidad de sus pobladores, con bastante turismo, desayunamos esa mañana caminamos por su pequeño pueblo con calles adoquinadas y de subidas y calles muy pequeñas y decidimos hacer un tours en jeep por el desierto la persona que nos llevaba se llama Salvador, que nos ofreció rentarnos un cuarto en Estación Catorce donde esta el desierto y el Peyote Salvador andaba con su hija de unos 8 años aproximadamente y su esposa muy joven(ellos son de Estación Catorce) nos hicieron conocer el desierto y después nos instalaron en la habitación en un terreno que tienen ellos pero no viven ahí algo muy sencillo pero hermoso con un lindo jardín donde podías observar el cielo las estrellas, nos quedamos ahí caminamos por el pueblo y ahí recibimos nuestro año nuevo, probamos el peyote(era algo que esperaba hace muchos años) fue algo maravilloso empezar el año en ese lugar tan mágico. La pasamos de maravilla, creo que es un lugar para conocer, la gente vive con una tranquilidad que los de la ciudad hemos perdido ya hemos olvidado vivir así....
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